llena de vida

Este lunes de marzo es una vez más, pero de manera especial, escapismo. Es brisa que quema. Es una casa con las ventanas abiertas. Son rosas y velas perfumadas. Es almorzar pescado al mediodía en una terraza junto al mar. Es un cuaderno de notas con páginas amarillentas y tapa de cuero desgastado. Son cojines de colores. Es agua de coco, y crema de coco, y coco en sí. Es un sillón de mimbre junto a una cómoda. Es cantar muy alto en el coche mientras te llevan a ningún lugar. Es una barra de labios rosa suave que sabe muy bien. Es una pared llena de fotos antiguas que ilustran momentos felices. Es California en los años 70. Es un precioso frasco de perfume gastado. Son palmeras. Es un Mercedes Padoga de color turquesa. Es el libro "I married adventure", de Osa Johnson y su estampado de cebra. Puede ser un paseo por una plantación de café en África a las 7 de la mañana, o por una bananera en Puerto Rico al atardecer. Es DJANGO DJANGO sonando en bucle. Es una polvera dorada. Es un gin-tonic. Son unos pies descalzos sobre un suelo de madera, o en alguna orilla. Es sentarte a la sombra después de comer y escuchar a los pájaros piar. Es Río de Janeiro. Es un vestido de gasa con estampado tropical. Es un cuadro de Gauguin. Es una ducha de agua fría por la mañana en agosto. Es una cámara de fotos analógica. Es una noche de verano en el jardín. (...)
Es la libertad impuesta por uno mismo.

Es lo que siento sin sentirlo. Es paz. Es vida.

Love,

L.